Introducción
La inflamación tiene una función importante en la patogenia de la aterosclerosis y los marcadores de inflamación leve se han asociado invariablemente con aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular.
Una de las infecciones crónicas más frecuentes es la enfermedad periodontal, que es la infección crónica de los tejidos que rodean los dientes, causada por mala higiene bucal. Se asocia con una respuesta inflamatoria sistémica moderada, que consiste en aumento de las concentraciones de proteína C reactiva y otros biomarcadores inflamatorios. La inflamación sistémica podría ser el mecanismo subyacente que vincula la salud bucal con la enfermedad cardiovascular.
Métodos
El Scottish Health Survey es un relevamiento transversal (efectuado cada 3-5 años) que toma una muestra representativa de la población general de Escocia. Para este estudio se combinaron los datos de 1995, 1998 y 2003 recogidos en adultos de 35 años o más.
Los entrevistadores visitaron hogares idóneos y recolectaron datos demográficos y de conductas en relación con la salud (tabaquismo, actividad física y conductas relativas a la salud bucal) y tomaron el peso y la talla.
En un subgrupo de 4830 participantes se obtuvieron muestras de sangre periférica para la determinación de proteína C reactiva y fibrinógeno.
Resultados
La muestra estudiada fue de 11.869 personas (46,1% hombres, media de edad 50,0) sin enfermedad cardiovascular previa.
La conducta con respecto a la salud bucal fue en general buena: alrededor del 62% de los participantes visitaban regularmente al dentista (por lo menos cada seis meses) y el 71% tenían buena higiene bucal (cepillado dos veces al día). Los participantes que se cepillaban los dientes menos de dos veces al día eran algo más viejos, más frecuentemente hombres y de menor nivel social y tenían alta prevalencia de factores de riesgo, como tabaquismo, inactividad física, obesidad, hipertensión y diabetes.
Se produjeron 555 episodios de enfermedad cardiovascular durante un promedio de 8,1 años de seguimiento; 170 de ellos fueron mortales. En alrededor del 74% de episodios cardiovasculares el diagnóstico principal fue enfermedad coronaria. La media de edad de los supervivientes sin episodios cardiovasculares fue de 49,6 años y la de los que sufrieron algún episodio cardiovascular fue de 57,0 años, al inicio del relevamiento. En análisis ajustados para la edad y el sexo, los participantes que refirieron mala higiene dental tuvieron mayor riesgo de episodios de enfermedad cardiovascular y de muerte por enfermedad cardiovascular.
Los participantes que refirieron cepillado de dientes menos frecuente tuvieron un 70% de aumento del riesgo de episodios cardiovasculares en modelos ajustados, en relación con los participantes que cepillaban sus dientes dos veces al día. Los otros factores pronósticos independientes de episodios de enfermedad cardiovascular fueron el tabaquismo (índice de riesgo 2,4, intervalo de confianza del 95% 1,9-2,9), la hipertensión (1,7, 1,4-2,0) y la diabetes (1,9, 1,4-2,7).
No hubo diferencias evidentes según el sexo y la edad en los resultados. Tampoco hubo diferencia entre los fumadores y aquellos que nunca habían fumado.
Hubo asociaciones significativas entre la frecuencia del cepillado dental y los marcadores de inflamación sistémica leve. Los participantes que se cepillaban con menos frecuencia tuvieron aumento de las concentraciones de proteína C reactiva y fibrinógeno-β.
Discusión
Conclusiones
La mala higiene bucal se asocia con aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular e inflamación leve, aunque aún resta determinar la naturaleza causal de esta asociación.
Dada la gran prevalencia de las infecciones bucales en la población, los médicos deben estar alerta ante el posible origen bucal del aumento de la carga inflamatoria.
TOMADO DE: http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=66606&uid=507309
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